Cocinera, escritora, diseñadora pero, sobretodo, una activista que busca transformar la relación que construimos desde la infancia con la comida. Con estudios de filosofía y antropología, Becerra enseña a niños a pensar aprendiendo a comer de una forma consciente, convencida de que en la infancia comienzan los grandes cambios. Su proyecto más ambicioso es La Revolución, una asociación sin fines de lucro con un catálogo de actividades creativas dirigidas a conocer qué comemos pero también a generar una conexión emocional entre las personas y los alimentos. Con los fondos que reúne con estos talleres -en los que han participado miles de niños, padres y educadores- Becerra está llevando la educación alimentaria a colegios de escasos recursos y presiona para introducirla en el temario curricular de la educación pública peruana.