En torno al cacao criollo como fuente de identidad, cultura y riqueza económica, Di Giacobbe articula una red de educación, emprendimiento y desarrollo en comunidades productoras. Se empeña, sobre todo, en brindarle oportunidades a mujeres vulnerables económicamente, a las que capacita y convierte en microempresarias del chocolate. A través de talleres de bombonería, ha formado a más de 8.500 personas. Luego de su creación junto a la Universidad Simón Bolivar, ha graduado a 1.500 personas en el Diplomado de Gerencia de la Industria del cacao (94% de los estudiantes son mujeres). Unas 18 comunidades cacaoteras y 60 productores se incorporaron a su proyecto Cacao de Origen, con el que mejoran procesos de producción y comercialización de sus cacaos con miras a exportarlos con certificaciones de origen a maestros chocolateros del mundo.
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